La “atonía laboral” en la Unión Europea
Eurofound, fundación creada por la Unión Europea, ha publicado un estudio sobre la atonía laboral en la UE. Se define dicho concepto como “…el déficit existente entre el volumen de trabajo deseado por los trabajadores y el volumen real de trabajo disponible”. Señala el informe que no hay que fijarse exclusivamente en la tasa de desempleo, que tras diez años desde la crisis financiera global continua siendo superior al promedio histórico, sino que hay que tener en cuenta otros parámetros como la citada atonía.
Citaremos a continuación algunas de las consideraciones y conclusiones del estudio que puede ser consultado en su totalidad en el enlace.
Se señala que entre 2008 y 2015 la atonía laboral creció más que la tasa de desempleo y que el sector más afectado por la misma es el de los trabajadores involuntariamente a tiempo parcial (casi 10 millones en 2015). A continuación figuran aquellas personas que estaban disponibles y querían trabajar pero que no estaban buscando trabajo y, por tanto, se consideraban inactivas más que desempleadas (casi nueve millones en 2015).
Cita el informe que en la UE, cuatro quintas partes de la población desempleada y en edad laboral (de 15 a 64 años de edad) son personas inactivas, por contraposición a las personas desempleadas. Además el empleo a tiempo parcial ha aumentado en la mayoría de los Estados miembros, como también lo ha hecho la proporción de trabajadores a tiempo parcial que quisieran trabajar más horas.
Concluye el estudio que “En 2015 había en la UE casi 23 millones de personas desempleadas en edad de trabajar, pero aproximadamente 50 millones entraban en una categoría más amplia de la atonía en el mercado laboral, que engloba a las personas inactivas que desean trabajar y a las subempleadas, a los trabajadores involuntariamente a tiempo parcial y a los desempleados. La atonía laboral ha tardado más en atenuarse que el desempleo, tras el repunte del rendimiento experimentado por el mercado laboral a partir de 2013”.
Fijarse únicamente en la tasa de desempleo, señala el informe en sus conclusiones, proporciona una visión parcial de la demanda real de mano de obra. A modo de ejemplo, el número de personas “que quieren trabajar” es mayor que el número de solicitantes activos de empleo (desempleados). Además hay que tener en cuenta que los cambios en la demanda de trabajadores en favor de los servicios suponen un porcentaje mayor de trabajadores a tiempo parcial o con horarios irregulares.
Como conclusión final se advierte que “La creciente cuota de empleo precario repercute en última instancia en los ingresos, los resultados en materia de empleo y, en definitiva, en el bienestar de las personas, pero también puede socavar el crecimiento y la producción a escala agregada”.